sábado, 22 de agosto de 2009

Un caballero de piel rosada - "Vagos pero elementales cantos de aves sagaces, no rapaces"

Un caballero de una piel rosada, quemada por el hirviente y crudo dolor de un líquido se avecina hacia un poste de luz. Camina como una tortuga, viejo, lento, decaído y frustrado por una eterna espera. Este descendiente de equinos experimentó tremendas emociones a través de los años, inolvidables anécdotas que lo hicieron un ser cien por ciento paciente y comprensivo. Por años creyó que las nubes siempre estarían allí, pero más tarde dudó de la posición del mundo entero, de la estupidez humana, de la mediocridad, la porfía, la flojera, la falta de respeto, la comprensión, entre otre otras cosas que en este momento estén ocurriendo descaradamente y sin cesar. Creyó y dudó desesperadamente, pero esto no bastó. Hacinado, más bien postrado en un rincón de una de las millones de ciudades que conciernen a este mundo, se encuentra este señor; Loica. Escribiendo todos los días de su vida, observando todos los días de su vida, viviendo terribles fatigas, y razonando junto a descomunales cefaleas, se daba cuenta del vivir y del morir. Dos polos tremendamente infinitos y fuertemente curiosos, eran los que Loica analizaba a diario. Esto abarcaba más que la “vitta” y la “morte”, Loica iba más allá. No iba al mas allá, pero iba mas allá de lo normal. Se inclinaba por lo raro e inexplicable, por lo dudoso y por lo seguro, en fin, se adentraba dentro de sus propias conjeturas, se ponía varas altísimas. Se dijo a sí mismo ¿Por qué cuando viajo a las profundas capas de mi ser, me quedo callado? ¿Qué es el quedarse callado y no percibir, pero a la vez razonar? Raro. Desde los principios de siglo y de la historia universal, ha habido interrogantes, pero ¿por qué tantas? Loica era un filósofo puro, un Diógenes más en la luz de la vida. Si bien cabe gesticular tantas palabras y oraciones, para expresarse, ¿en dónde esta lo infinito de los pensamientos?

Escritos de Loica, daban respuestas a estas voraces preguntas, pero como es sabido siempre va a existir alguien que siga preguntando o criticando. ¿O no?
Loica sabía que cuando el escribía experimentaba momentos de paz y de tranquilidad que no son tontas fracciones de segundo, son en vano, son de sanación del alma y de sus pensamientos. Este personaje hablaba poco, pero pensaba todo lo que decía, si decía “estoy aburrido”, era algo extraño. Tenía escritos de temas como la manera de escribir, cómo se comunicaban las personas, hasta que punto expresaban y gesticulaban lo que realmente lo que querían decir, el porqué del no seguir instrucciones y órdenes, entre otros.

¿Cómo se comunican las personas?

Las personas al emplear su aparato vocal para realizar ciertos sonidos, hablan, sí, lo hacen, pero son típicos loros que la sociedad percibe, de manera que sólo escuchan y no comprenden de manera completísima y en su exacta totalidad, lo que se está planteando. Primero para comprender estas falencias en el lenguaje, hay que situarse en el límite del pensamiento y el límite del lenguaje, ¿a qué me refiero con esto? En el momento de expresar una oración y una sonrisa se está diciendo mucho más de lo que simplemente se parla, entonces si se expresa y se deduce que uno está refiriéndose a algo más, se sabe que hay algo más, se sabe que el lenguaje no es suficiente para la comunicación total de los pensamientos, es por eso que están las manos; para moverlas y explicar, apuntar, y señalar ciertas cosas que aclararán mejor el tema de conversación. Es por eso que están los ojos, para dirigirlos a donde hay que dirigirlos en el momento específico, para reflejar la sinceridad, la duda, la ira y otras emociones. Es por eso que usamos nuestro cuerpo entero, y las actitudes son las que nos hacen ser como somos, porque de cierta manera estas reflejan algo que va más allá, de cierta manera nos hacen ser, nos sirven para exponer el mínimo de sentimientos y cosas de las que estamos percibiendo y sintiendo, por lo tanto un simple “hola, ¿cómo estás?” no es suficiente. Si no es suficiente, ¿qué va más allá? La simpatía, la agradabilidad, la sociabilidad, entonces con un simple “hola” más bien se pierde tiempo, más bien hay que aprovechar el tiempo y dedicarse de lleno a expresar con exactitud lo que se siente y piensa, porque si todo lo que no es suficiente para querer realizar cierta acción, o llegar también a una reacción determinada, es necesaria la expresión y la destreza al momento de enfrentarse a las situaciones. Me refiero a destreza, queriendo mencionar que al conocer a una persona o al hablar con una persona hay que hablar en su profundidad, hay que hablar a fondo, y con un cierto grado de manejo en el pensamiento del otro, más bien con un cierto grado de empatía. Por lo tanto en una conversación en la que no se encuentra la empatía de una de las personas, esa conversación es netamente aburrida y sin sentido, sin expresión y sin impresión. Por lo tanto es sabido que muchas cosas influyen en la conversación y/o en la efectiva comunicación, desde los gestos, la manera de pararse, hasta la mirada hacia los ojos.