¿Y por qué dice el sabio, cuando todo lo pregunta?
Sagaz paz que truenas a través de los mares, te escondes como una lombriz en la tierra, corres como un auto, al tanto de tu muerte.
A ti te digo, ¡flojera de porquería!, que te alojas dentro de mis pensamientos. Refúgiate en mis brazos, apoya tu cabeza, que por mientras sueño.
Algo así como un trabalenguas traba mi ventana, como una lengua de perro buscando su cola, como una dama desencarnada, sintiendo su brazo largo y aburrido mientras ésta estalla.
Este es uno de los fomes no tan buenos, es uno de los buenos no tan malos, es uno igual. Se une con unas cuantas palabras mientras estornudo. Se une la tierra con el cemento, como el nervio con un tartamudo. Terminé, hasta medio lento he dicho. Nos vemos en un nicho, he dicho raro bicho.