MACHU PICHU, la ciudad perdida de los incas, donde se refugiaron los últimos emperadores y donde sobrevivieron el imperio 40 años después de la llegada de los españoles.
Ciudadela secreta y misteriosa. Machu pichu, prodigio de arquitectura, de temeridad y estética. Por la majestad y la armonía de sus formas, por la impecable organización de sus terrazas, escaleras, edificios, patios, pasadizos que se hierguen en este nido de águilas rodeado de montañas entre las sierra y la selva como la mas extraordinaria hazaña constructiva del hombre prehispánico. El encuentro de estas ruinas y de Pablo Neruda fue providencial para la poesía.
Fue descubierta en 1911.
En 1943 cuando Neruda subió a este lugar el viaje desde el cuzco era largo y fatigoso y la vegetación se enroscaba todavía en estos andenes lo que debía acentuar el carácter mágico y religioso que tuvo siempre este lugar.
La leyenda dice que la primera exclamación del poeta Neruda al subir estas cumbres y enfrentarse al soberbio espectáculo de lo hecho por el hombre y la naturaleza habría sido;" "¡que sitio para un cordero asado!" En realidad, la experiencia lo removió profundamente tocó las fibras mas secretas de su personalidad y estimulo su imaginación y su verbo como pocas otras experiencias de su vida.
Muchos años después en sus memorias dejó consignado el formidable impacto:
"Me sentí infinitamente pequeño en el centro de aquel ombligo de piedra, ombligo de un mundo deshabitado, orgulloso y eminente al que de algún modo yo pertenecía, sentí que mis propias manos habían trabajado allí en alguna etapa lejana cavando surcos alisando peñascos, me sentí chileno, peruano, americano.
Había encontrado en aquellas alturas difíciles, entre aquellas ruinas gloriosas y dispersas una profesión de fe para la continuación de mi canto"
domingo, 15 de enero de 2012
viernes, 13 de enero de 2012
¿qué es la poesía?
La poesía es tan deliciosa como un chocolate fundido. Se invierten roles, personajes y significados. Los sentidos se mueven hacia los polos más incomprensibles e ilógicos. Pero por supuesto que también hacia los simples.
Es una mezcla de ideas, estructurada o bien libre. Es arte, una pieza de tango roída por la mente y buena parte del hemisferio derecho.
Es una forma de transmitir la profundidad en múltiples sentidos retóricos, imaginativos. Es un nudo artesanal que no se sabe quién lo desatará. Es, nada más. Es como aire que está desde antes y cada vez se transforma. Es como un gato que se mueve de forma cósmica. Seduce hasta a las personas más frías y salvajes. Es una buena forma de sonreír, con un toque de letras y sentidos atractivos.
Es infinita, porque hay un fin y un nuevo comienzo siempre. No termina, porque no ha muerto y porque mientras exista el cese de algo, habrá un inicio. Pereceremos y no existira ya nada para el creador, pero sí para el lector.
El sin tiempo y la vida es el aire del poeta.
La poesía, así como el corazón, es emocional. Y la emoción, sólo se enamora de la emoción. Pero también en la poesía es imprescindible el pensamiento, la pierna que nos sirve para caminar. Es el medio significante para conectarnos con el siguiente paso. De otra forma, no tendríamos la suerte de crear.
Es una mezcla de ideas, estructurada o bien libre. Es arte, una pieza de tango roída por la mente y buena parte del hemisferio derecho.
Es una forma de transmitir la profundidad en múltiples sentidos retóricos, imaginativos. Es un nudo artesanal que no se sabe quién lo desatará. Es, nada más. Es como aire que está desde antes y cada vez se transforma. Es como un gato que se mueve de forma cósmica. Seduce hasta a las personas más frías y salvajes. Es una buena forma de sonreír, con un toque de letras y sentidos atractivos.
Es infinita, porque hay un fin y un nuevo comienzo siempre. No termina, porque no ha muerto y porque mientras exista el cese de algo, habrá un inicio. Pereceremos y no existira ya nada para el creador, pero sí para el lector.
El sin tiempo y la vida es el aire del poeta.
La poesía, así como el corazón, es emocional. Y la emoción, sólo se enamora de la emoción. Pero también en la poesía es imprescindible el pensamiento, la pierna que nos sirve para caminar. Es el medio significante para conectarnos con el siguiente paso. De otra forma, no tendríamos la suerte de crear.
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