viernes, 14 de octubre de 2011

Entre las nubes

Sentado, también parado, corriendo, trotando, volando, soñando, recorriendo, tocando, oliendo, escuchando y oyendo me concentro en mi respiración. Me entumezco de una paz blanca como las nubes y suave como la yema de los dedos de Buda. Comienzo a volar rápidamente despegando mis pies desde el suelo rocoso. Ahora estoy en el cielo escuchando cantos de aves y hasta de ángeles, pero otras veces en el cruel infierno, aferrado a un sádico y puntiagudo tridente de pecados y de furia, corrompido por el rápido pestañar y el sin pensar doy paso a la maldad sin querer hacerlo. Pero esto no me ocurre casi nunca, pienso que ocurre más veces en los sagaces de impaciencia y en los impulsivos, que en los pensativos y pasivos. Al escuchar la caída de unas cuantas estalactitas pienso en su velocidad, también que si cae y si se quiebra, puede ser positivo o negativo, blanco y negro a la vez, extremidades de polos tajantes, que no otorgan piedad alguna a los errores. Te equivocas y no te das cuenta, o te das cuenta más tarde cuando los blancos osos ya invernaron, o cuando una simple gota de agua comenzó en la cúspide y terminó en el Pacífico.
Fugaz brillo que das por leves momentos la alegría de saltar más allá de la estratósfera y gritar por doquier, ¡dame más visión de alegría para brindársela a quienes son necios, vacuos de pasividad y comprensión de los actos! ¿Dame un poco de tu luz? ¡Gracias!
Sospeché que pasó una estrella fugaz frente a mi entrecejo.
Sonreí como un bebé a los dos meses, vacilé como una almeja ante un toque, me trabé como un tartamudo epiléptico, lágrimas corrieron a través de mi mejilla mientras divisaba la fina manta de luz en la estrellada noche, comenzó a recorrer por mi psique el trote de acontecimientos dolorosos y amorosos, osados y estúpidos, alegres y sonrientes, fuertes e impresionantes, relajados y pasivos, rápidos y disléxicos, concretos y abstractos. Vi mi vida en un segundo y me dije a mí mismo: “ Por qué tanta crueldad y estupidez mientras otros sabotean sonrisas y recuerdos, por qué los fuertes maltratan a débiles, por qué sólo actúan y no piensan, o por qué otro piensan y después actúan, por qué existe este desequilibrio tan crudo y fuerte, que hace llorar a los más duros o sufrir a los más puros?
Extremadamente cuestionable, lamentablemente aprendido lentamente, tras muertes, guerras y sinfines de mentiras estúpidas. ¡Nada! Netamente ilógico, pero es así como ocurre; unos tontos pero no tanto, otros inteligentes pero a la vez estúpidos emocionalmente, unos genios por ahí, otros vagabundos por aquí.
Por otro lado es viceversa y por el lado puede ser derecho, como puede ser ilógico o también anormal. Despiadados simplemente…

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